Hoy no es un día de fiesta, es un día de reivindicaciones. Podríamos estar orgullosos de todo lo que hemos conseguido en materia de igualdad en las últimas décadas, pero eso sólo nos tiene que animar a pensar que debemos seguir por este camino y seguir avanzando para lograr que, de una vez por todas, hombres y mujeres dispongamos de las mismas oportunidades en nuestras vidas.No es justo que haya mujeres que cobren menos por desempeñar el mismo puesto de trabajo que un hombre.
No es justo que las tradiciones sigan imponiendo que los trabajos domésticos y el cuidado de personas mayores e hijos e hijas sean tarea de las mujeres. Y no es justo ni para las mujeres, pues en ocasiones les impide desempeñar puestos de trabajo de mayor responsabilidad, ni para los hombres, que realmente se pierden las alegrías de criar, educar y disfrutar de su descendencia.
No es justo que haya puestos de trabajo "vetados" para las mujeres bajo la excusa, entre otras, de que exigen una dedicación que las mujeres no pueden dar por su obligación encargarse del cuidado de las tareas domésticas.
No es justo que se nos impongan determinados roles por ser hombres o por ser mujeres.
No es justo que el trabajo de las mujeres a lo largo de la Historia haya sido infravalorado e invisibilizado.
Y como no es justo, debemos pararnos un momento y pensar si está en nuestra mano el cambio y luchar para que disfrutemos de una igualdad real, de la que saldremos beneficiados todos y todas.
Y para reflexionar con una sonrisa en los labios, algunas de las viñetas de Forges sobre el tema: